martes, 24 de junio de 2008

¿A dónde nos llevan los deseos?

Un deseo puede ser tan divino o tan caprichoso, al igual que nosotros. Siempre que deseemos algo o pensemos que necesitamos algo o a alguien, convendrá detenernos a pensar de cuanta pureza consta y de cuanto capricho ese deseo, de en qué proporción están. No les ha pasado que deseamos tanto algo que hasta en sueños se nos cumple y cuando llega a nuestra vida, la sonrisa de lograrlo se desvanece instantáneamente dejando un vacío mayor al que había antes.

Si pensamos en las motivaciones ocultas de nuestro inconsciente notaremos que muchos de estos deseos son simples distractores de nuestra atención para evitar darnos cuenta de las cosas verdaderamente importantes. Esto nos ayudará a actuar con prudencia y a mediar entre algo muy importante y un simple dolor de cabeza. Tal vez no he logrado plasmar bien lo que estoy sintiendo y pensando pero la cosa es pensar un poco en el motivo oculto de porque queremos algo.

1 comentario:

Unknown dijo...

Los deseos son motores para ir cambiando, en uno está el ir afinandolos para que sirvan a nuestros propósitos.

Tere